Sinopsis
Un hombre saca filo a una navaja de afeitar y se acerca a la ventana, mira al cielo y la Luna es atravesada por una nube cual el filo que sostiene su mano corta longitudinalmente el ojo de una mujer que aguarda en una silla. Así comienza este cortometraje, considerado una obra maestra del cine y también el manifiesto artístico de la vanguardia surrealista, a la par del que escribió André Breton en 1924. Es asimismo la obra debut de Luis Buñuel en el cine y contó con la participación del artista Salvador Dalí en el guion, destaca también que ambos hacen apariciones en este filme imprescindible.
Tal como lo dictan los principios del movimiento surrealista, Un perro andaluz está inspirado en los mundos oníricos de Buñuel y Dalí; en él, el tiempo transcurre de forma no lineal, en la anarquía en la que a una madrugada sigue la primavera; y las escenas obedecen a la lógica caótica del sueño que se impone a toda racionalidad y un hombre puede aparecer de sus ropas en un lecho.
Acerca del director:
Luis Buñuel
Luis Buñuel Portolés nació el 22 de febrero de 1900 y fue el primogénito de un ferretero de Calanda en Aragón, España. Asistió a un colegio de jesuitas en Zaragoza. En 1917 ingresó a la Residencia de Estudiantes en Madrid para estudiar ingeniería, donde conoció y simpatizó con la mayoría de los estudiantes que más tarde conformarían la llamada Generación del 27; entre sus grandes amigos estaban Federico García Lorca, Rafael Alberti, Salvador Dalí y José Ortega, por mencionar algunos. Más tarde, Buñuel abandonó la ingeniería para estudiar filosofía.
En esa época los intelectuales consideraban el cine como un burdo pasatiempo, sin embargo, Buñuel estaba cautivado y fue el único de su generación que tomó en serio la cinematografía. Entre 1922 a 1924 creó el primer cine club en España. Un año más tarde viajó a París donde se reafirmó como cinéfilo y logró ser aceptado para trabajar en los estudios parisinos, lugar donde tuvo su primer contacto con las técnicas cinematográficas.
En aquel viaje a Francia, Buñuel conoció a diversos intelectuales como Pablo Picasso y se introdujo a una vanguardia artística con la que se identificó: el surrealismo, el cual llevó al cine. Con la ayuda económica de su madre y la colaboración de Salvador Dalí, dirigió y produjo el corto Un perro andaluz (1928), cuyas imágenes surgieron de los sueños de Dalí y Buñuel.
Un perro andaluz tuvo gran aceptación. Pese al shock inicial, los espectadores se sentían fascinados. Posteriormente realizó La edad de oro (1930), polémica cinta que transgrede la moral y el orden establecido de la época, por lo que el filme fue censurado en diversos países, entre ellos Italia, por mandato del Vaticano.
Luego de trabajar en España como director de producción y tras el éxito obtenido con sus dos primeros filmes, fue llamado por la Metro Goldwyn Mayer. Durante su estancia en Estados Unidos, también fungió como controlador de doblaje para la Paramount y como productor en coproducciones hispano-americanas para Warner Brothers.
Posteriormente, regresó a España para ponerse al servicio de la República en contra del franquismo, ya como exiliado regresó a Estados Unidos, donde trabajó en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, sin embargo, cuando Dalí reveló en su libro La vida secreta de Salvador Dalí que Buñuel era ateo, fue despedido y el español perdió el interés por nacionalizarse estadounidense.
Más por accidente que por gusto, en 1946 llegó a México. Sus planes originales eran ir a París para participar en la puesta en escena La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, antes de arribar a tierras parisinas, hizo una escala en México, lugar que le llamó la atención por sus contrastes sociales.
En México su primer largometraje fue Gran casino (1946), el cual no tuvo mucho éxito comercial, por lo que durante tres años no dirigió; mas su oportunidad llegó con El gran calavera (1949), que resultó un éxito entre el público. Cobró fuerza como director y decidió filmar una historia sobre la pobreza y la marginación de los niños en la Ciudad de México, al estilo de su anterior película Las hurdes, tierra sin pan (1932), esta última prohibida por el gobierno español. En sólo 21 días filmó la que ahora es declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2003, Los olvidados (1950), escrita en colaboración con Luis Alcoriza y con la fotografía de Gabriel Figueroa.
Luis Buñuel se convirtió en ciudadano mexicano y entre 1946 y 1977 realizó 20 películas en nuestro país, entre las que destacan: Robinson Crusoe (1952), La hija del engaño (1951), Ensayo de un crimen (1955), Nazarín (1958), y La joven (1960). También filmó en Europa Viridiana (1961). En sus últimos años como director, filmó en París: Bella de día (1966), La vía láctea (1969) y El discreto encanto de la burguesía (1972). Su última película fue Ese oscuro objeto del deseo (1977).
A lo largo de su vida, Luis Buñuel recibió diversos reconocimientos por sus filmes siempre polémicos. En 1982 publicó su auto biografía Mi último suspiro. Pasó sus últimos años en su casa de la Colonia del Valle en la Ciudad de México.
Ficha técnica:
Título: Un perro andaluz
Título original: Un chien andalou
Francia, 1929
Dirección: Luis Buñuel
Guion: Luis Buñuel y Salvador Dalí
Fotografía: Albert Duverger, Jimmy Berliet
Música: Richard Wagner, Ludwig van Beethoven, tangos argentinos
Reparto: Simone Mareuil, Pierre Batcheff, Luis Buñuel, Pancho Cossío, Salvador Dalí, Juan Esplandiu, Robert Hommet, Marval, Fano Messan, Jaume Miravitlles