Del brazo y por la calle
Del brazo y por la calle

Sinopsis

María se ha casado con el pintor pobre Alberto contra la voluntad de la acomodada familia de ella. Alberto ha dejado la pintura. Ambos viven en un muy humilde departamento junto a la vía del tren.

La mujer enfurece cuando Alberto, despechado, tira el dinero con que él la ha invitado a un restorán al que ella, mal vestida, no ha querido entrar. La pareja se ama, pero discute de continuo. Alberto sale a trabajar una noche contra el deseo de su esposa y ella acepta la invitación de una vecina alcahueta a una fiesta. Ahí, María se emborracha; un tipo la lleva a la cama y le deja dinero al irse.

Al no hallarla, de regreso, el marido va a buscarla a casa de la familia de ella quien está a punto de lanzarse al paso del tren. En casa, llorando y con  el vestido roto, ella le confiesa todo a Alberto. Él la abofetea, pero acaba besándola con pasión.

Ya de día, Alberto propone a María, matarse juntos. Sin embargo, la pareja hace un recuento de la historia de su relación y resuelven seguir juntos y confiados en Dios.

En resumen, Del brazo y por la calle, dirigida por Juan Bustillo Oro es una cinta que cuenta la historia de un adulterio femenino perdonable y perdonado.

 

Acerca del director:

 

Juan Bustillo Oro

Juan Bustillo Oro nació en la ciudad de México el 2 de junio de 1904. En contra de la opinión familiar, su inclinación por la literatura y el cine lo impulsó a tomar un curso de guión, argumento y adaptación cinematográfica por correspondencia, consiguiendo un empleo como periodista, al mismo tiempo escribía piezas teatrales y fundó con Mauricio Magdaleno el “Teatro Ahora”, un grupo experimental que montó piezas de su autoría, como son Los que vuelven, San Miguel de las espinas, Una lección para maridos, Tiburón y Mi hijo mexicano. En 1927 ingresó al cine con el largometraje silente Yo soy tu padre.

Incursionó en 1933 en el cine sonoro con la adaptación de la obra Volpone de Ben Johnson, argumento de la película Tiburón de Ramón Peón, y ese mismo año también colaboró en el guión de El compadre Mendoza de Fernando de Fuentes; un año más tarde, con uno de sus argumentos y en codirección con Antonio Helú filmó El fantasma del convento. Fuertemente influenciado por el expresionismo debutó en 1934 como director en solitario con Dos monjes y un año más tarde filmó El misterio del rostro pálido, dos cintas que no tuvieron gran éxito, tal vez porque resultaron demasiado elaboradas para el gusto de la época.

En 1935 estrenó Virgen, casada y mártir, gran éxito en taquilla, por lo que en adelante combina una fórmula que osciló entre sus gustos personales y lo que el público exigía. Dos años más tarde se asoció con Jesús Grovas, uno de los más importantes productores de la época, y con argumentos de Humberto Landeros, “Cinematográfica Grovas” produjo grandes éxitos como En tiempos de don Porfirio, Ahí está el detalle que consagró a Mario Moreno Cantinflas; México de mis recuerdos, Cuando los hijos se van, ésta última, paradigmática del melodrama familiar.

Bustillo Oro filmó 60 películas, algunas fueron segundas versiones de sus propias cintas, y se dice que ha sido uno de los cineastas más plagiados. En 1965 se retiró del cine para dedicarse a la literatura y escribió Vientos de los veintes, una narración de su participación en el movimiento vasconcelista, las novelas Lucinda del polvo lunar y La mujer de las furias, ésta última es inédita, y fue columnista en varios periódicos nacionales. En 1985 la Cineteca Nacional publicó Vida cinematográfica, sus memorias e invaluable testimonio del cine mexicano. Murió en la ciudad de México el 10 de abril de 1988.

 

Ficha técnica:

Del brazo y por la calle

México, 1955.

Dirigida por: Juan Bustillo Oro.

Argumento: sobre pieza teatral de Armando Mook; adaptación; Juan Bustillo Oro y Antonio Helú.

Fotografía: Ezequiel Carrasco.

Música: Raúl Lavista.

Sonido: Eduardo Arjona, y Enrique Rodríguez.

Escenografía: Jorge Fernández.

Edición: Gloria Schoemann.

Con: Marga López, Manolo Fábregas y Carlos Ortigosa.