Sinopsis
Katty, una joven chilena de catorce años que vive con su madre y su hermano mayor, espera el regreso de su padre, un supuesto hombre de negocios quien debido a lo demandante que es su trabajo no puede estar con ella y su familia.
Para la sorpresa de la protagonista, cuando su padre vuelve, descubre que su ausencia no fue por trabajo, sino por haber estado en prisión. A pesar de eso, la adolescente conecta con él y está lista para dejarlo entrar en su vida, sin embargo, la fuerte y conflictiva personalidad del hombre, aunado a su facilidad para meterse en problemas, lo obligan a alejarse de su hija una vez más.
Pronto, el pequeño clan comienza a desintegrarse tras la muerte de su madre y la partida de su hermano. Ante esto, Katty se queda sola y con ello vivirá experiencias que la ayudarán a decidir si quiere seguir el mismo patrón destructivo de su padre.
Acerca del director
Gonzalo Justiniano
El director, guionista y productor nació en Santiago de Chile el 20 de diciembre de 1955. Estudió en la Escuela de Cine de la Universidad Católica de Chile, mientras asistía paralelamente a cursos de Agronomía y Psicología. Abandona su país a los veinte años y, tras un breve tránsito por otros países europeos, se instala en Francia, donde permanece entre 1976 y 1983.
Estudia cine en la Universidad de París VIII (también llamada Université de Vincennes à Saint-Denis) y en la Escuela de Cine Louis Lumiè. En esta etapa de su vida, comienza a trabajar con el formato de cine documental y adopta un estilo sociológico en el resto de sus trabajos.
Otros de los proyectos en los que ha fungido como director, productor y guionista en el mismo filme son ¿Alguien ha visto a Lupita? (2011) y la reciente Cabros de mierda (2017).
Ficha técnica
B-Happy
Chile, 2003.
Dirección: Gonzalo Justiniano
Guion: Gonzalo Justiniano, Sergio Gómez, Daniela Lillo y Fernando Aragón
Música: Cuti Aste
Fotografía: Andrés Garretón
Con: Manuela Martelli, Eduardo Barril, Lorene Prieto, Felipe Ríos, Ricardo Fernández, Gloria Laso, Sergio Hernández, José Martín, Juan Pablo Sáez y Gabriela Hernández